Disculpen el retraso de esta entrada, es que había tenido muchos problemas; tantos así, que hasta más de uno me dijo: “Bienvenido, ya eres venezolano”.

Trece años en el mandato tiene el presidente de este país. Por lo que era obvio que había tenido que escuchar hablar de él, pero, ¿qué si lo había tenido cerquita? Nunca…Sin embargo paso. Lo tuve cerca, bueno, no exactamente, a quien tuve cerca fue a su gente. Cabe destacar que cruzo muy seguido por esa vía de Cuatricentenario donde estuvo la tarima, y donde estaba ese gentío.
 
No fue intencional cruzármelo ese día, yo solo iba a comprar unas cosas para mi hogar en el Centro 99 de la Circunvalación número tres. Me tuve que desviar demasiado, y por donde quiera veía militares y mucha seguridad; yo solo pensaba: ¿Por qué no siempre es así?, ¿Por qué no fue así cuando me asaltaron?
 
Bregue pero se logro. Llegue al supermercado para comprar mis cosas y, después de tanta amargura por ver seguridad ese día y no el día en que me robaron, encontré alivio al notar que no había nadie compadrando. Lo que me facilito comprar rápido e irme. 

Al salir me fije en una grandísima hilera de buses, que no vi al entrar; quizás la rabia no me dejo verlos…Pero lo cierto es que estaban todos esos buses, que al acercarme note que todos tenían escritos en los vidrios lugares que no eran Maracaibo. Carrasquero, Cabimas, San Francisco, Los Haticos…eran solo algunos de los nombres que leí; casi que hasta me encontraba uno de Japón…Lo que me llevo a preguntarme: Y si la marcha era acá en Maracaibo ¿Por qué trajeron tanta gente de otros lados?

1 comentarios:

 
Toggle Footer